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La importancia del C.H.I.C.K. Program en el control de la Enfermedad de Marek desde la planta de incubación

El programa combina sus servicios de vacunas, equipos, técnicas de vacunación, entrenamiento en técnicas de vacunación, auditoria y diagnóstico, que favorecen una mayor eficacia de las vacunas.

  • 13/08/2021 • 14:56

Por: Por el Ing. Zootecnista Santiago Cura, Servicios de Vacunación Ceva Salud Animal Cono Sur.

Fotos: Ceva Salud Animal

La enfermedad de Marek (EM) es una enfermedad linfoproliferativa que afecta pollos y gallinas, producida por un herpesvirus, la cual se caracteriza por lesiones neoplásicas que afectan los órganos viscerales, los músculos esqueléticos y la piel e inmunodepresión, causando también lesiones inflamatorias en los nervios periféricos e inmunodepresión.

Los signos clínicos y las características morfológicas de la EM pueden dividirse en formas agudas, las cuales se caracterizan principalmente por linfomas viscerales, y afectan predominantemente a las aves jóvenes, y las formas crónicas (o clásicas), caracterizadas por lesiones nerviosas (parálisis aviar y linfomatosis ocular), y es más común entre las aves de mayor edad.

La forma aguda de la enfermedad, caracterizada por múltiples tumores en órganos internos, músculo esquelético y piel, fue observada durante la década de 1950 provocando pérdidas por muerte y sacrificios en pollos de engorde, antes de la introducción de las vacunas (Benton & Cover, 1957). Esta forma de EM causa lesiones linfomatosas difusas o nodulares en las vísceras (hígado, bazo, corazón, riñones, pulmones, gónadas, proventrículo, páncreas, etc.), músculo esquelético y piel.

La vía de infección aerógena es la más significativa, y sigue siendo un riesgo durante mucho tiempo después de que las aves hayan sido eliminadas de la granja. Una explicación para la naturaleza altamente contagiosa de la EM fue proporcionada al descubrirse que los virus libres de células estaban distribuidos a través del epitelio de los folículos de las plumas (Calnek et al., 1970).


Múltiples linfomas nodulares que varían en tamaño de unos pocos mm a varios cm.

El virus maduro (envuelto) es altamente resistente. A temperatura ambiente, puede sobrevivir en los folículos de las plumas durante 8 meses, y en la cama y el polvo de las granjas durante 1 a 4 meses.

La EM es prevalente en todo el mundo, y todas las parvadas están expuestas al agente etiológico. Bajo condiciones naturales, la EM afecta principalmente a pollos y gallinas, pero también se ha reportado susceptibilidad en pavos, faisanes, codornices, etc. La EM es observada principalmente en aves de 8 a 9 semanas de edad, mientras que en aves ponedoras la mayoría de los casos fueron observados entre las 16 a 20 y 24 a 30 semanas de edad. Los pollos de un día de edad están en un mayor riesgo, mientras que la susceptibilidad permanece relativamente alta hasta los 30 días de edad, disminuyendo posteriormente de manera progresiva con la edad.

La excreción del virus al ambiente por aves infectadas ocurre principalmente a través de la descamación del epitelio queratinizado del folículo de la pluma (Calnek et al., 1970). El VEM maduro conserva sus propiedades infecciosas en los queratinocitos, predominantemente en el polvo acumulado alrededor de los ventiladores, calefactores y ventanas de las instalaciones en las cuales se alojan las aves, y es diseminado de una caseta a otra por medio de los sistemas de ventilación.


La forma nerviosa se manifiesta de manera clínica con parálisis de las piernas.

Antes de la introducción de las vacunas contra la EM, las pérdidas en las parvadas afectadas variaban en algunas aves al 25-30%, y en algunos casos hasta un 60% de mortalidad de pollos de engorde. Después de la introducción de las vacunas contra la EM, la mortalidad fue reducida a menos del 5% (Compra, 1985).

Desde que se desarrollaron las primeras vacunas, la vacunación se convirtió en la piedra angular para el control de la EM. El éxito de las vacunas (vacunas MD) no tuvo ningún precedente en el historial médico humano o veterinario. Fueron las primeras vacunas capaces de controlar una enfermedad tumoral. Además, redujeron la mortalidad y las confiscaciones debidas a la EM a niveles insignificantes, permitiendo que la industria avícola se desarrolle y prospere tal como la conocemos hoy.

Contamos con diferentes serotipos de vacuna que protegen contra la enfermedad de Marek:

Serotipo 1: han sido atenuadas mediante varios pasajes en cultivo celular (convencional) o vector. La cepa CVI988 o Rispens es el serotipo 1 de la EM más utilizado en las vacunas. Las vacunas vectorizadas del serotipo 1 siguen en fase de experimentación.

Serotipo 2: son virus aislados en pollos de naturaleza no oncogénica (como la SB-1 y la 301B). Se utilizan en combinación con vacunas serotipo 3 en vacunas bivalentes, o con vacunas serotipos 1 y 3 en vacunas trivalentes. No protegen bien contra la EM si se utilizan por sí solas.

Serotipo 3: son virus aislados de pavos de naturaleza no oncogénica. Normalmente nos referimos a ellos como herpesvirus del pavo o HVT. Existen 2 tipos de HVT en el mercado: convencional y vector (rHVT), el cual porta varios genes de otros virus: (IBDV, ND, AI, ILTV).

Las vacunas MD son únicas porque están asociadas a células y requieren un cuidado especial durante su desarrollo, manejo, almacenamiento y aplicación para tener éxito. La naturaleza de células asociadas de las vacunas MD las hace muy lábiles. Es imperativo que las células estén vivas para que el virus de la vacuna pueda replicarse en el ave. 

Es fundamental la determinación del porcentaje de viabilidad celular en la planta de incubación, realizar un monitoreo de la viabilidad celular luego de reconstituir la vacuna, durante el tiempo que se utilice la misma y una vez que pase ya sea por la máquina in ovo o subcutánea. Desde Ceva, utilizamos la celometría digital computarizada de doble fluorescencia, “Cellometer”. La técnica consiste en mezclar partes iguales de vacuna y un reactivo especial, luego se colocan en una cámara específica descartable y ésta dentro del aparato. El mismo se conecta a una computadora y se calcula de manera objetiva el porcentaje de viabilidad celular de las muestras. El tamaña muestreal es 240 veces mayor a la técnica de azul de tripán y es posible realizar con antibióticos como la gentamicina.


Cellometer. Se observa la fluorescencia con naranja de acridina de los fibroblastos de la vacuna de HVT

Al contar con esta herramienta podemos cuantificar, en la misma planta de incubación, el almacenaje de la vacuna, la preparación de la misma y la administración a través del equipo subcutáneo o in ovo. Obteniendo en cada caso el porcentaje de viabilidad celular de la vacuna administrada.

Es de extrema importancia supervisar el proceso de reconstitución y aplicación de estas vacunas. Al vacunar en la planta de incubación a los embriones de 18-19 días de incubación, mediante la aplicación in ovo, como al día de vida por inyección subcutánea, la supervisión del proceso se hace mucho más sencilla: el procedimiento de vacunación se controla mejor y se utilizan equipos de vacunación más sofisticados y precisos tanto en la dosificación como en la distribución de la vacuna, mejores condiciones higiénicas en la preparación y reconstitución de la vacuna y una inmunización más temprana.


Máquina In ovo: “EggInject, foto tomada de una planta de incubación en Entre Rios”

Gracias a los avances de la tecnología moderna en vacunas y equipamiento, la planta de incubación se ha tornado el centro de vacunación de los productores avícolas del mundo y para el pollo de engorde en particular. Sus principales ventajas son:

  • El control del proceso de vacunación en granja es un trabajo complicado y es difícil garantizar su éxito. En consecuencia, esto provoca pérdidas en la calidad de protección y en los resultados. 
  • Disponibilidad en el mercado de máquinas y sistemas de vacunación eficientes. 
  • Nuevas vacunas que permiten cubrir el ciclo de vida completo del broiler desde la planta de incubación. 
  • La incubadora es el único lugar donde los equipos de vacunación pueden ser fácilmente entrenados, dirigidos y controlados, en contra de lo que ocurre en la vacunación en granja donde cientos de granjeros y trabajadores son difíciles de controlar.

Por lo tanto, las aves son menos estresadas y mejor protegidas. Sin embargo, cambiar las prácticas trae de por sí nuevos desafíos operacionales, como gerenciar un grupo de vacunación, manejar nuevos equipos, monitorear niveles de inventario, entre otros.

Las mejores vacunas en el mundo solo pueden ser verdaderamente efectivas si son aplicadas apropiadamente a cada ave. Es por esto que CEVA ha decidido ofrecer a todos sus clientes un paquete completo de servicios para planta de incubación basados en la experiencia acumulada durante los años en diferentes regiones y países del mundo: El CEVA Hatchery Control Keys o también llamado C.H.I.C.K. Program que se divide en áreas específicas: 

  • Vacunas: procedimientos de manejo de la vacuna, preparación de la vacuna y procedimientos de reconstitución, reglas de seguridad para manejo de nitrógeno líquido, conservación de la vacuna y mejores prácticas de cadena fría.
  • Equipos: procedimientos de instalación y calibración, procedimientos de manejo y limpieza, lineamientos para solucionar problemas. asistencia en sitio. 
  • Técnica de vacunación: entendimiento de los principios de vacunación.
  • Entrenamiento en técnicas de vacunación: qué hacer y qué no hacer en el uso del equipo, mejores prácticas en vacunación In-ovo
  • Auditoria y diagnóstico: visitas regulares para monitorear los Indicadores Clave de Rendimiento, reportes regulares para manejo con datos históricos, plan de mejoramiento de la calidad, pruebas específicas en máquinas In-ovo.
  • Formación: acceso a capacitaciones mundiales con expertos de Ceva en sanidad aviar, comunicación de los últimos recursos científicos veterinarios, sesiones formales de capacitación en vacunación y vacunas en Planta de Incubación, organización de talleres en equipos de vacunación In-ovo y en DOC (Day Old Chicks).

Todas las áreas mencionadas trabajan juntas ayudándonos a aplicar prácticas adecuadas para asegurar la mejor utilización de las vacunas avícolas en plantas de incubación alrededor del mundo donde CEVA presta sus servicios.

El C.H.I.C.K. Program, ha recibido el certificado de calidad otorgado por Bureau Veritas Francia. De esta forma Ceva Salud Animal garantiza a sus clientes que todos los procesos de este programa de servicios, están certificados por un organismo de evaluación y certificación de sistemas de gestión de reconocido prestigio internacional, como es Bureau Veritas.

El C.H.I.C.K. Program es un servicio ya reconocido y valorado en la industria avícola y hoy con este sello de calidad.

Conclusión

La enfermedad de Marek puede controlarse desde la planta de incubación teniendo en cuenta todos los aspectos mencionados y realizando un exhaustivo control de todos los procesos de vacunación, siguiendo siempre los protocolos recomendados por los laboratorios y teniendo capacitado a todo el personal involucrado en los procesos de vacunación. El desvío en los puntos señalados nos alejará de una óptima vacunación, lo que desencadenará en una inmunidad reducida y en una falla en el control eficiente de la enfermedad de Marek.

Más información: https://www.ceva.com.ar/