<p style="text-align:justify">Por: Lic. Amalie Ablin*, Licenciada en Ciencia Pol&iacute;tica (Universidad del Salvador, Buenos Aires). Postgrado Programa de Capacitaci&oacute;n Ejecutiva en Agronegocios (Universidad de San Andr&eacute;s, Buenos Aires). <p style="text-align:justify">Fotos: Banco de im&aacute;genes <p style="text-align:justify">De acuerdo a las proyecciones agr&iacute;colas de la OECD (Organizaci&oacute;n para la Cooperaci&oacute;n y el Desarrollo Econ&oacute;micos) y FAO (Organizaci&oacute;n de las Naciones Unidas para la Alimentaci&oacute;n y la Agricultura) para los a&ntilde;os 2021-2030, al finalizar en 2020 la d&eacute;cada precedente los precios internacionales de las prote&iacute;nas animales hab&iacute;an disminuido debido al impacto del COVID-19, que redujo temporalmente la demanda de todo tipo de carnes de algunos de los principales pa&iacute;ses importadores y consumidores debido a los obst&aacute;culos log&iacute;sticos, la reducci&oacute;n de los servicios de restauraci&oacute;n y la reducci&oacute;n del gasto en alimentos a nivel de los hogares debido a los menores ingresos registrados por las familias. As&iacute;, las perturbaciones del mercado vinculadas con la difusi&oacute;n del COVID-19 redujeron los ingresos en los pa&iacute;ses de bajos recursos importadores netos de carne vacuna y porcina, como resultado de la significativa erosi&oacute;n del poder adquisitivo de los hogares, obligando a los consumidores a sustituir la ingesta de carne vacuna por alternativas m&aacute;s baratas, tales como la carne aviar. De esta forma, la ca&iacute;da de los precios internacionales de la carne vacuna habr&iacute;a resultado a&uacute;n mayor, si no fuera por el fuerte aumento registrado en las importaciones por parte de China. <p style="text-align:justify">Por su parte, las estimaciones citadas prev&eacute;n que durante la d&eacute;cada que se inicia el crecimiento del consumo mundial de prote&iacute;nas alcance 14% hacia 2030 en relaci&oacute;n con el promedio del trienio base de 2018-2020, impulsado en gran medida por el incremento de la poblaci&oacute;n y sus respectivas retribuciones. Para dicho a&ntilde;o se aguarda que la disponibilidad de prote&iacute;nas c&aacute;rnicas de origen vacuno se haya incrementado 5,9%, mientras que las porcinas crecer&iacute;an 13,1%, las aviares 17,8% y las ovinas 15,7%. En cualquier caso, en los pa&iacute;ses de elevados ingresos se presumen desplazamientos en las preferencias de los consumidores, esper&aacute;ndose que el incremento m&aacute;s pausado del volumen poblacional -asociado al envejecimiento promedio de los habitantes- conduzca a un equilibrio en el consumo promedio de carne per c&aacute;pita, junto a una tendencia creciente de la demanda de aquellas especies de carnes de mayor valor. <p style="text-align:justify">De igual forma, las organizaciones multilaterales antes citadas estiman que en los pa&iacute;ses de elevados recursos el aumento de la disponibilidad de carne de aves de corral represente m&aacute;s de la mitad de la oferta adicional de prote&iacute;nas animales durante la pr&oacute;xima d&eacute;cada. La misma es vista como un producto m&aacute;s saludable y ambientalmente sostenible que aquellas de origen vacuno y porcino, resulta m&aacute;s accesible en materia de precios, y contribuir&iacute;a a un creciente consumo simult&aacute;neo en los pa&iacute;ses de ingresos medios y bajos. Por el contrario, cabe esperar -seg&uacute;n las fuentes citadas- que al finalizar la d&eacute;cada analizada los niveles de consumo de carnes vacunas, porcinas y ovinas se mantengan estables.&nbsp; <p style="text-align:justify">&nbsp; <p style="text-align:justify">Cabe destacar que la creciente preocupaci&oacute;n de los habitantes de las sociedades m&aacute;s desarrolladas -y en particular las generaciones m&aacute;s j&oacute;venes- por el cuidado de la salud y el medio ambiente, junto a la concientizaci&oacute;n en torno de aspectos relativos al bienestar animal y el desarrollo de consideraciones &eacute;ticas relacionadas con una alimentaci&oacute;n basada en productos de origen animal, tambi&eacute;n han impulsado estilos de vida denominados vegetarianos, veganos o &quot;flexitarianos&quot;, seg&uacute;n el grado de estrictez que los caracterice. As&iacute;, la &uacute;ltima categor&iacute;a constituye la versi&oacute;n m&aacute;s maleable de esta tendencia al comprender individuos que aunque en su hogar consuman solo gastronom&iacute;a vegetariana se muestran flexibles en casa de terceros, eventos sociales y lugares p&uacute;blicos para ingerir platos que contengan carne. Al respecto, cabe destacar que la proporci&oacute;n de vegetarianos que se reconocen como tales sobre la poblaci&oacute;n general resulta todav&iacute;a reducida (en torno 5% en pa&iacute;ses desarrollados). <p style="text-align:justify">No puede descartarse que dicha propensi&oacute;n diet&eacute;tica pueda afectar a los mercados mundiales si se expande en forma m&aacute;s amplia entre la poblaci&oacute;n de estas regiones, ya que los segmentos c&aacute;rnicos y l&aacute;cteos podr&iacute;an verse particularmente afectados por un desv&iacute;o del consumo de prote&iacute;nas de origen animal hacia fuentes prote&iacute;nicas alternativas. Intentando frenar esta tendencia emergente, la industria alimentaria ya ha respondido mediante el desarrollo de una gama de nuevos productos e ingredientes que utilizan diversas prote&iacute;nas de origen vegetal (por ejemplo soja), otras fuentes de origen animal no dom&eacute;sticas (como insectos) e innovaciones biotecnol&oacute;gicas (del estilo &ldquo;carne cultivada&rdquo;).&nbsp; <p style="text-align:justify">&nbsp; <p style="text-align:justify">Carne aviar en alza <p style="text-align:justify">Como evidencia del cambio registrado en esta materia, a principios de 2021 los datos oficiales registran un consumo aparente de carne aviar por parte de la poblaci&oacute;n argentina de 48,3 kg/habitante anuales, mientras que el de carne vacuna ascendi&oacute; a 47,3 kg/habitante.&nbsp; <p style="text-align:justify">Por su parte, con la perspectiva de apoyar el desarrollo del sector av&iacute;cola, en julio de 2021 el Estado Nacional anunci&oacute; una l&iacute;nea de financiamiento por 2.000 millones de pesos (en torno a U$S20 millones al tipo de cambio oficial) para concretar inversiones productivas en la cadena aviar, convoc&aacute;ndose al sector a analizar conjuntamente los desaf&iacute;os planteados para su impulso. Igualmente, el Banco Central de la Rep&uacute;blica Argentina decidi&oacute; ampliar la l&iacute;nea dirigida a la &quot;Financiaci&oacute;n de proyectos de inversi&oacute;n&quot; que se beneficia con una tasa de inter&eacute;s bonificada de 30% anual para todas aquellas empresas, de cualquier dimensi&oacute;n, que concreten inversiones destinadas a incrementar la capacidad productiva de carnes porcinas y aviares. <p style="text-align:justify">As&iacute;, la producci&oacute;n de carne aviar subi&oacute; 6,3% hasta julio de 2021 en relaci&oacute;n a igual lapso del a&ntilde;o anterior. Mientras tanto, el consumo interno creci&oacute; 5,8% interanual, seg&uacute;n indic&oacute; un informe de Investigaciones Econ&oacute;micas Sectoriales (IES). En el a&ntilde;o 2020 en su totalidad la faena av&iacute;cola -medida en miles de pollos de cr&iacute;a- present&oacute; una relativa estabilidad al incrementarse apenas 0,1% respecto a 2019, faen&aacute;ndose un total de 757,5 millones de cabezas, volumen casi id&eacute;ntico a las 756,9 millones de 2019. Sin embargo, el consumo de carne aviar present&oacute; una mejora a lo largo de 2020, impulsado por una relaci&oacute;n favorable de precios y un mayor rendimiento en la mesa frente a las carnes porcinas y vacunas.&nbsp; <p style="text-align:justify">No obstante, las exportaciones se vieron fuertemente afectadas por una menor demanda mundial motivada como resultado de la pandemia. Los env&iacute;os al exterior presentaron una fuerte retracci&oacute;n (27,1%) en valor, al alcanzar s&oacute;lo U$S311 millones contra los U$S427 millones colocados en 2019. Por su parte, la ca&iacute;da en volumen result&oacute; menos significativa, limit&aacute;ndose al 14,6%, lo que evidencia una mejora de los precios externos percibidos. De esta forma un reciente informe del Servicio Agr&iacute;cola Exterior del Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que la producci&oacute;n de pollo del pa&iacute;s aumente en un 2% en 2021 hasta alcanzar las 2,23 millones de toneladas m&eacute;tricas.&nbsp; <p style="text-align:justify">&nbsp; <p style="text-align:justify">Carne porcina con luz de alerta sobre las importaciones <p style="text-align:justify">A principios de siglo, un argentino promedio consum&iacute;a apenas 7,8 kg de carne porcina anualmente, habiendo desde entonces duplicado su ingesta, al alcanzar los 15,6 kg/habitante/a&ntilde;o en 2020. Dicho a&ntilde;o registr&oacute; el d&eacute;cimo ejercicio consecutivo de aumento en la producci&oacute;n de carne porcina -verific&aacute;ndose una tasa de crecimiento promedio anual del 8% en la &uacute;ltima d&eacute;cada-, dato que convierte al sector en uno de los m&aacute;s din&aacute;micos de la econom&iacute;a argentina.&nbsp; <p style="text-align:justify">As&iacute;, el r&eacute;cord de producci&oacute;n alcanzado en 2020 permiti&oacute; -seg&uacute;n datos de la consultora IES- que las exportaciones del sector porcino, impulsadas por la demanda de China, alcanzaran en 2020 un nuevo r&eacute;cord tanto en volumen como valor, manteniendo durante el primer bimestre de 2021 el fuerte impulso que arrastran desde 2016, al crecer 75,1% en valor (US$12,8 millones) y 43,7% en volumen (6.600 toneladas). &nbsp; <p style="text-align:justify">Los consumidores expresan nuevas preocupaciones asociadas a los m&eacute;todos de producci&oacute;n y comercializaci&oacute;n de carnes. <p style="text-align:justify">A su vez, un Informe de la Asociaci&oacute;n Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) destac&oacute; que las importaciones durante el mes de junio de 2021 volvieron a ser relevantes al alcanzar 2.075 toneladas -278 toneladas menos que el mes anterior, aunque 1.522 toneladas superiores a mayo de 2020-. De mantenerse esta tendencia la AAPP advierte que 2021 podr&iacute;a culminar con &quot;una proyecci&oacute;n preocupante&quot; al superarse las 25.000 toneladas, es decir 45% m&aacute;s de lo importado en 2020. Cabe recordar que Argentina ha sido tradicionalmente un mercado importador de subproductos porcinos, ya que la producci&oacute;n local era insuficiente para abastecer al mercado interno. Esta situaci&oacute;n se ha visto transformada en el &uacute;ltimo lustro, al punto de permitir desde 2018 que la apertura del mercado chino vigorizara sustancialmente las ventas externas de carne de cerdo argentina con dicho destino, combin&aacute;ndose una importante expansi&oacute;n sectorial derivada de la mayor demanda interna (consumo r&eacute;cord en 2020) y el robusto aumento de las exportaciones porcinas por la fuerte demanda de China.&nbsp; <p style="text-align:justify">&nbsp; <p style="text-align:justify">Pandemia y consumidores <p style="text-align:justify">En cuanto a los principales problemas e incertidumbres a nivel mundial, debe mencionarse que cualquier prolongaci&oacute;n de la pandemia que pudiera resultar en una recuperaci&oacute;n econ&oacute;mica m&aacute;s lenta podr&iacute;a afectar el suministro de la oferta por motivos log&iacute;sticos vinculados al procesamiento, transporte y comercio de las mercanc&iacute;as, as&iacute; como en los sectores de restaurantes, alojamiento y turismo. En cualquier caso, la historia muestra que las epidemias animales del tipo de la peste porcina africana, la influenza aviar, o la fiebre aftosa siempre plantean riesgos importantes para los mercados de carnes, ya que sus brotes pueden ocurrir r&aacute;pidamente y conmocionar el comercio, que eventualmente tarda a&ntilde;os en recuperarse. <p style="text-align:justify">&nbsp; <p style="text-align:justify">Los consumidores tambi&eacute;n expresan al presente nuevas preocupaciones asociadas a los m&eacute;todos de producci&oacute;n y comercializaci&oacute;n de carnes, incluido su inter&eacute;s por la trazabilidad del producto final y la incorporaci&oacute;n de medicamentos en los piensos. Si bien los beneficios t&eacute;cnicos del uso de los mismos en la producci&oacute;n animal est&aacute;n bien documentados, se desarrolla crecientemente una preferencia por la carne libre de tales sustancias debido a los riesgos globales asociados con la resistencia a dichas drogas. <p style="text-align:justify">Cabe destacar, que las crecientes exigencias en materia de sustentabilidad, potenciadas por la pandemia de COVID-19, obligaron a todo el sector productivo a repensar estrategias para competir exitosamente.&nbsp; <p style="text-align:justify">&nbsp; <p style="text-align:justify">Considerando el panorama global hasta aqu&iacute; rese&ntilde;ado y la situaci&oacute;n del sector de las carnes argentinas, cabe reflexionar acerca de las principales opciones que podr&iacute;an contribuir a agregar valor tanto a la producci&oacute;n av&iacute;cola como porcina, destac&aacute;ndose dos vertientes relevantes: <p style="text-align:justify">&nbsp; &bull; Las respectivas industrias requieren profundizar aquellas investigaciones asociadas directamente a sus necesidades: dado que los problemas sanitarios y medio ambientales inciden en forma particularmente negativa en el &aacute;mbito animal, afectando el objetivo de las empresas de alcanzar mayores &iacute;ndices de productividad, dicho problema deber&iacute;a ser enfocado prioritariamente, pudiendo ser resuelto conjuntamente entre todos los actores involucrados del sector. &bull; Los centros de investigaci&oacute;n deben contribuir a las necesidades empresariales: los sectores productivos que desean ser asistidos deben alentar la prosecuci&oacute;n de aquellas investigaciones dirigidas a la b&uacute;squeda de soluciones a los problemas esenciales que confrontan. Ello conlleva la necesidad de planificar un trabajo mancomunado entre los sectores p&uacute;blico y privado que englobe a universidades, fundaciones vinculadas a la alimentaci&oacute;n y laboratorios, entre otros, en la b&uacute;squeda de respuestas a las problem&aacute;ticas de los segmentos en cuesti&oacute;n.&nbsp; &nbsp; <p style="text-align:justify">El principal reto ser&aacute; la construcci&oacute;n de ventajas competitivas sectoriales (desconcentraci&oacute;n de la producci&oacute;n espacial como empresarial), que permitan una estrategia de ambos sectores para adelantarse a las perspectivas que plantea el nuevo escenario mundial. A tal efecto, cabe profundizar el estudio de las posibles limitantes en la capacidad de las industrias, as&iacute; como en la adecuaci&oacute;n a los est&aacute;ndares requeridos por los pa&iacute;ses de destino. <p style="text-align:justify">Entre los grandes desaf&iacute;os que enfrentar&aacute;n tanto la industria aviar como la porcina se destaca asimismo la obtenci&oacute;n de resultados que permitan homogeneizar las caracter&iacute;sticas y rendimiento de su producci&oacute;n, ya que al presente se registra gran variabilidad de procesos de cr&iacute;a y elaboraci&oacute;n, resultando en una alta variabilidad entre los rendimientos de los diversos establecimientos procesadores de alimentos.&nbsp; <p style="text-align:justify">Asimismo, ambas cadenas presentan grandes obst&aacute;culos derivados de la necesidad de enfocarse en una innovaci&oacute;n en el plano organizacional como puente para la construcci&oacute;n de ventajas competitivas a nivel nacional, de forma tal que actores de menor escala puedan innovar tecnol&oacute;gicamente, adecuar sus productos a las exigencias crecientes de la demanda (cantidad y calidad), canalizar sus productos en mercados formales permitiendo una mejora en la sostenibilidad de sus emprendimientos, as&iacute; como una disminuci&oacute;n de la amenaza al status sanitario de la Argentina (clave para la productividad nacional como para la continuidad de las exportaciones). De igual forma podr&iacute;a agregarse valor por v&iacute;a de la diversificaci&oacute;n de la forma de presentaci&oacute;n de los productos finales, imaginando por ejemplo la oferta de pollo entero, as&iacute; como procesado, cocinado, en platos preparados listos para su consumo o inclusive en conserva. <p style="text-align:justify">En conclusi&oacute;n, en un contexto de desaf&iacute;os y oportunidades, los productores de prote&iacute;nas deben tener en cuenta las diferentes iniciativas disponibles con el objetivo de ampliar el consumo de alimentos saludables. La situaci&oacute;n ideal ser&iacute;a poder ampliar a un precio accesible la oferta diversificada de productos, respetando el medio ambiente y teniendo en cuenta la biodiversidad y el bienestar animal. <p style="text-align:justify">(*) Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad del autor y no comprometen a la instituci&oacute;n en la cual se desempe&ntilde;a &nbsp;