Por: Ing. Carlos Rodriguez, Jefe de Investigaci&oacute;n y Desarrollo de BEDSON S.A. Fotos: BEDSON S.A. De los insumos que se requieren para las crianzas intensivas, tanto en avicultura como en porcicultura, el alimento resulta aquel componente que, con creces, representa la mayor inversi&oacute;n. Significa, seg&uacute;n la mayor&iacute;a de las estimaciones, el 70 - 75% del valor total de los costos en la producci&oacute;n. Posturas m&aacute;s conservadoras hablan de un 67%1, pero en todos los casos nadie pone en dudas de que el alimento se lleva la mayor porci&oacute;n del costo de producci&oacute;n. Mirando las tendencias hist&oacute;ricas, y la expansi&oacute;n demogr&aacute;fica, podr&iacute;amos decir que el costo del alimento ir&aacute; en incremento, y as&iacute; tambi&eacute;n su incidencia en el costo total de la producci&oacute;n en crianzas intensivas. Por todo esto, resulta imprescindible poner el foco en c&oacute;mo se puede aprovechar este alimento. Es decir, la capacidad que tenemos de convertir este alimento (basado en cereales) en prote&iacute;na animal. Problem&aacute;tica actual Las causas del aumento de los costos del alimento tienen una ra&iacute;z en la ecuaci&oacute;n de oferta y demanda. La demanda creciente de los cereales por varios motivos (aumento demogr&aacute;fico, otras utilidades dadas a los mismos, etc.), es el principal incidente en el precio del alimento. Y esta demanda no tiene correlato con un aumento de la oferta ya que, a menudo, las provisiones de alimentos se ven afectadas por m&uacute;ltiples factores, tanto medioambientales como regulatorios. A ra&iacute;z de estos condicionantes, con mucha frecuencia, el alimento provisto es de mala calidad: deficitarios nutricionalmente e inclusive contaminados con micotoxinas. As&iacute;, el aumento de los costos del alimento no se explica por un aumento de la calidad o de la sofisticaci&oacute;n sino que, por el contrario, lo determina la ecuaci&oacute;n de oferta y demanda, desafiando al productor a incorporar estrategias para mantener un est&aacute;ndar aceptado en su productividad. <p style="text-align: center;"> Posibles soluciones con fundamento en la formulaci&oacute;n de alimentos Tomando en cuenta que la escasez origina la problem&aacute;tica de la provisi&oacute;n de los alimentos, entre las estrategias adoptadas podemos encontrar tanto la b&uacute;squeda de fuentes de macrocomponentes alimenticios con provisi&oacute;n regular y menor &iacute;ndice de fluctuaciones de calidad, como tambi&eacute;n la incorporaci&oacute;n de diferentes aditivos con capacidad de incrementar el potencial nutricional de un alimento que, en mayor o menor medida, cumplen con los requisitos nutricionales de la crianza: se trata de los aditivos alimenticios no nutricionales, cuya incorporaci&oacute;n a la formulaci&oacute;n del alimento se realiza en peque&ntilde;as proporciones (no m&aacute;s de 2 Kg/Tn en el mayor de los casos), y que adem&aacute;s no tiene correlato con la formulaci&oacute;n adoptada por el nutricionista. En otras palabras, la incorporaci&oacute;n de estos aditivos va &ldquo;on top&rdquo; de la f&oacute;rmula. Esta estrategia es independiente de la fuente alimenticia que est&eacute; a disposici&oacute;n del productor. Tiene la ventaja de proveer efectos a partir de la incorporaci&oacute;n en bajas proporciones, lo cual tiene un significado log&iacute;stico fundamental. Este es un aspecto que no puede dejar de tenerse en cuenta, porque la tendencia de los aumentos de costos en la log&iacute;stica tambi&eacute;n es un condicionamiento crucial en &eacute;sta y en cualquier otro tipo de actividad econ&oacute;mica (como es de p&uacute;blico conocimiento y especialmente luego del inicio de la pandemia COVID-19). Elecci&oacute;n de los aditivos no nutricionales como componentes de las nuevas formulaciones alimenticias Para la selecci&oacute;n del correcto aditivo, es necesario tener en cuenta cu&aacute;les producen el mayor impacto con la m&iacute;nima inclusi&oacute;n, y un aspecto clave es identificar el &oacute;rgano target sobre el cual orientar la estrategia. Claramente, si hablamos del proceso de incorporaci&oacute;n de nutrientes, los &oacute;rganos basales son el h&iacute;gado y el intestino. De manera que los mejores aditivos no nutricionales ser&aacute;n aquellos que promuevan la salud y, por consiguiente, el correcto funcionamiento de los citados &oacute;rganos. Dentro de los aditivos a seleccionar, ser&aacute;n m&aacute;s relevantes aquellos que puedan sustentar adecuadamente su funcionamiento con una base fisiol&oacute;gicamente explicada, en el mejoramiento de las funciones del h&iacute;gado y del intestino, o del sistema gastrointestinal en su conjunto. Y las opciones multifac&eacute;ticas son las m&aacute;s propicias. Algunos par&aacute;metros que se miden para determinar las funciones de estos &oacute;rganos son, por ejemplo, el contenido graso del h&iacute;gado, estudios histopatol&oacute;gicos (para determinar la incidencia o no de patolog&iacute;as en uno o en otro &oacute;rgano), estudios histomorfom&eacute;tricos (especialmente importantes a la hora de hablar de la capacidad de absorci&oacute;n del intestino), y la composici&oacute;n de la microbiota intestinal, entre otras cosas. Ya no alcanza con determinar el efecto zoot&eacute;cnico de una prueba puntual, sino que resulta particularmente importante obtener el correlato fisiol&oacute;gico. De esta manera, independientemente de las condiciones particulares de la granja, los aditivos que promuevan la mejora fisiol&oacute;gica ser&aacute;n aquellos que otorguen beneficios siempre. <p style="text-align: center;"> Las micotoxinas, el condicionante por excelencia en el contexto actual y futuro La micotoxicosis genera trastornos de todo tipo, y tanto el h&iacute;gado como el intestino son &oacute;rganos afectados, as&iacute; como tambi&eacute;n pueden producir afecciones sist&eacute;micas de todo tipo. Es sabido, por lo expuesto anteriormente, que el aumento de los problemas de micotoxicosis es, de alguna manera, una consecuencia de este desbalance de la oferta y demanda de sustancias alimenticias como tambi&eacute;n del aumento de los costes log&iacute;sticos y otros condicionantes. Pero tambi&eacute;n es importante tener en cuenta que esta problem&aacute;tica no es pareja en cuanto a su severidad, sino que cada caso ameritar&aacute; un an&aacute;lisis puntual. La micotoxicosis debe tratarse como un caso emblem&aacute;tico, que requiere soluciones de acci&oacute;n multifac&eacute;tica, y donde se considere la gran variabilidad que las micotoxinas presentan en sus estructuras moleculares. Es un desaf&iacute;o de gravedad creciente, donde los expertos en salud gastrointestinal, en la crianza intensiva, tendr&aacute;n la mayor autoridad a la hora de definir la estrategia a adoptar. Conclusi&oacute;n Finalmente, y sintetizando: las nuevas formulaciones de alimentos en crianzas intensivas tanto de aves como de cerdos, son aquellas en donde est&aacute;n incorporados los aditivos alimenticios no nutricionales, ya que por ellos se obtiene el diferencial en la ganancia productiva. La integridad y el correcto funcionamiento del aparato gastrointestinal representan la clave en la nutrici&oacute;n animal presente y futura. Referencias: 1. https://avicultura.com/impacto-de-la-nutricion-sobre-el-coste-del-pollo/&nbsp;