Por: Senasa Fotos: Banco de im&aacute;genes La bioseguridad es el conjunto de medidas que se aplican en una granja para evitar el ingreso de agentes infecciosos. Incluye normas o procedimientos que deben ser incorporados para preservar la sanidad de los animales dentro del establecimiento. Las buenas pr&aacute;cticas en producci&oacute;n porcina y aviar no solo incluyen la aplicaci&oacute;n de bioseguridad, sino tambi&eacute;n las medidas de bienestar animal y el uso responsable de antimicrobianos, como una herramienta de mitigaci&oacute;n de la Resistencia Antimicrobiana (RAM). En este sentido, la aplicaci&oacute;n de una estrategia de bioseguridad ayuda a mantener el estado sanitario de las granjas. Granjas porcinas <p style="text-align: center;"> Independientemente del tama&ntilde;o y el nivel de tecnificaci&oacute;n de la explotaci&oacute;n porcina, resulta necesario contar con condiciones de manejo y bioseguridad que reduzcan el riesgo sanitario. Estas pr&aacute;cticas permiten, adem&aacute;s de llevar a cabo una producci&oacute;n sostenida y rentable, cumplir con los requisitos establecidos para comercializar sus animales y productos. Actualmente Argentina se encuentra reconocida como pa&iacute;s libre de peste porcina cl&aacute;sica (PPC), peste porcina africana (PPA) y s&iacute;ndrome respiratorio reproductivo porcino (PRRS), enfermedades de gran impacto en la producci&oacute;n y con una amplia distribuci&oacute;n a nivel internacional. Para sostener este estatus sanitario, es importante reforzar las medidas de bioseguridad en las granjas, para evitar el ingreso de agentes infecciosos. En este sentido, la bioseguridad incluye normas o procedimientos que deben ser incorporados para preservar la sanidad de los animales dentro de una granja, independientemente de su tama&ntilde;o y nivel de tecnificaci&oacute;n. Las enfermedades pueden ser introducidas en una granja y transmitidas de forma directa, por ejemplo a trav&eacute;s de animales de reposici&oacute;n, repoblamiento y tambi&eacute;n de madres a hijos. Otra v&iacute;a de ingreso es la transmisi&oacute;n indirecta, a causa del viento, veh&iacute;culos, personas, equipos, agua, alimentos y/o del contacto con animales ajenos al establecimiento. La aplicaci&oacute;n de una buena estrategia de manejo y bioseguridad permite reducir el riesgo de introducci&oacute;n de enfermedades, de manera de resguardar el estado sanitario de la granja, as&iacute; como llevar a cabo una producci&oacute;n sostenida y rentable, que cumpla con los requisitos establecidos a nivel nacional e internacional para comercializar animales y sus productos derivados. Las buenas pr&aacute;cticas en producci&oacute;n porcina tambi&eacute;n incluyen el bienestar animal y el uso responsable de antimicrobianos, para evitar la resistencia antimicrobiana (RAM). Las medidas de prevenci&oacute;n en los establecimientos porcino, seg&uacute;n las recomendaciones de la Organizaci&oacute;n Mundial de Sanidad Animal (OIE), son: Brindar a los animales agua y alimentos seguros. Si se les provee de restos de alimentos de origen animal, debe calentarlos previamente para asegurar la eliminaci&oacute;n de eventuales pat&oacute;genos ex&oacute;ticos como el virus de la peste porcina cl&aacute;sica mediante dos v&iacute;as posibles: hasta 90&deg;C durante al menos 60 minutos en agitaci&oacute;n continua, hasta 121&deg;C durante al menos 10 minutos, a una presi&oacute;n absoluta de 3 bares. Controlar plagas e insectos. Asegurar el buen estado sanitario de los animales que ingresan a la granja. No intercambiar maquinarias y equipos con otros establecimientos. Mantener en buenas condiciones los cercos perimetrales y las puertas de acceso. Restringir al m&aacute;ximo las visitas. Realizar un tratamiento adecuado de efluentes y cad&aacute;veres. Limpiar y desinfectar los veh&iacute;culos que ingresan y egresan de la granja. La aplicaci&oacute;n de estrictas medidas de bioseguridad permite cuidar la sanidad de los animales, los rindes productivos esperados, el estatus sanitario alcanzado por Argentina y los mercados de exportaci&oacute;n de animales vivos, productos y subproductos de origen porcino. Sanidad aviar <p style="text-align: center;"> La Argentina tiene una gran ventaja competitiva que favorece su posicionamiento tanto en el mercado externo como interno: es pa&iacute;s libre de influenza aviar (IA) y de enfermedad de Newcastle (ENC). Desde 1998, el Senasa implementa actividades dirigidas a la prevenci&oacute;n de estas enfermedades, entre las que se incluyen el control de las importaciones de animales vivos y productos av&iacute;colas, la fiscalizaci&oacute;n y el asesoramiento respecto a las medidas de higiene y bioseguridad en las granjas, la implementaci&oacute;n de todas las t&eacute;cnicas diagn&oacute;sticas, la vigilancia epidemiol&oacute;gica activa y pasiva, el desarrollo de un plan de contingencia, actividades de capacitaci&oacute;n para agentes del Servicio y veterinarios privados y difusi&oacute;n. Para fortalecer las medidas de bioseguridad en las granjas av&iacute;colas, se recomienda: reforzar los controles de ingreso (minimizar visitas y presencia de personas ajenas, impedir el ingreso de otros animales), instalar y controlar el correcto funcionamiento de pediluvios y rodaluvios con su respectivo desinfectante, controlar moscas y roedores, utilizar e instalar las compostas debidamente y no movilizar guano o aves muertas sin autorizaci&oacute;n. Asimismo, resulta fundamental evitar el contacto de gallinas y pollos con aves silvestres, colocando alambrados de malla antip&aacute;jaro en las granjas que a&uacute;n no los tienen y reparando aquellos que no est&eacute;n &iacute;ntegros. As&iacute; como restringir los viajes por razones laborales a pa&iacute;ses en los que existen focos de influenza aviar de alta patogenicidad. En caso de que fuera imprescindible el viaje, al regreso a la Argentina no se debe ingresar a las granjas al menos durante una semana. &nbsp; &nbsp; &nbsp;