Producción • SALUD ANIMAL

Prácticas preventivas para la coccidiosis

Los factores ambientales son importantes para el control de la enfermedad y la salud general de las aves; las variables como la densidad de población, el estado de la cama, la temperatura, el suministro de agua y alimento y la ventilación juegan un papel fundamental para el éxito de las estrategias de prevención. 

  • 12/10/2023 • 18:00

Por: Facundo Ferrari, Servicios Veterinarios Unidad Avícola Ceva Cono Sur

Fotos: CEVA

Cuando las condiciones de temperaturas no son las adecuadas para el confort de las aves, el consumo de alimento disminuye y, por lo tanto, también el consumo de anticoccidiales y todo lo que pretendamos dosificar a través de la comida. 

En cuanto a la ventilación, una de sus funciones es extraer humedad del ambiente, por lo tanto, su correcto manejo está muy asociado al estado de humedad de la cama, requisito importante para la esporulación de Eimeria. El nivel ideal de humedad de cama para la esporulación de los ooquistes es entre 30% y 35% y esto es crucial después de la aplicación de vacunas contra la coccidiosis para permitir que los ooquistes esporulados reinfecten a las aves y así establecer una inmunidad duradera.

La alta densidad de población plantea un mayor riesgo de coccidiosis debido a la competencia por el alimento y el agua entre las aves, así como una mayor concentración de ooquistes (Hamet et al. 1982). El espacio insuficiente para comer y beber debido al hacinamiento, influye en el consumo de alimento y, por lo tanto, también en la ingesta de anticoccidiales. 

La calidad de los componentes del alimento y los niveles adecuados de proteínas, minerales, suplementos nutricionales y anticoccidiales, tiene una importancia considerable para la prevención de la coccidiosis, especialmente para el desarrollo de la inmunidad en las aves vacunadas y el buen desarrollo y mantenimiento del intestino.

Además del uso de anticoccidiales y vacunas, existen otras prácticas de manejo que desempeñan un papel en el manejo de la coccidiosis. De particular importancia son la nutrición y la bioseguridad del lote.

Saneamiento y bioseguridad

El saneamiento y la bioseguridad juegan un papel importante en la prevención de la infección por coccidiosis, en cuanto a:

·      Controlar el acceso externo a la granja restringiendo el movimiento de personas y equipos entre granjas.

·      Controlar el movimiento de personas y equipos entre los galpones.

·      Asegurarse de que los materiales y equipos que ingresan a la granja y/o galpones estén debidamente desinfectados y que las personas sigan un procedimiento de saneamiento aprobado.

·      Implementar un control efectivo de roedores e insectos, y evitar que las aves silvestres ingresen a los galpones.

Además, es de suma importancia garantizar la eliminación adecuada de la mortandad y moverla fuera del sitio, así como la desinfección adecuada de los galpones después de la limpieza, ya que en última instancia reduce la carga de protozoos en la granja. 

Medicamentos anticoccidiales

Durante muchos años, los fármacos anticoccidiales se han considerado el estándar de oro para su uso como medicación preventiva en el alimento. La mayoría de los fármacos se clasifican como coccidiostáticos o coccidicidas:

·      Coccidiostático (o coccidiostato): detienen el desarrollo de los protozoos en etapas específicas de su ciclo de vida; la retirada del fármaco permitirá que el ciclo de vida continúe hasta completarse.

·      Coccidicida: matan o dañan irreversiblemente al parásito en la mayoría de las etapas del ciclo de vida, sin signos de recaída de la enfermedad después del retiro de la droga.

Algunos fármacos pueden tener propiedades tanto coccidiostáticas como coccidicidas, según la dosis utilizada y el tiempo de exposición de los ooquistes al fármaco.

Uno de los posibles problemas con los productos anticoccidiales (cociostato y cocidicida) es el desarrollo de resistencia. Algunos de los factores que contribuyen a ello son: mayor potencial reproductivo de los coccidios; exposición prolongada a fármacos anticoccidiales; y no utilizar las dosis correctas,

Para un mejor manejo de la resistencia se utilizan habitualmente programas anticoccidiales con diferentes combinaciones de drogas.  Lo más habitual es el uso de programas duales, que consisten en cambiar el anticoccidial o sus combinaciones durante el mismo ciclo de producción según las diferentes fases de alimentación. Alternando o no entre drogas coccidicidas y coccidiostaticas.

Sin embargo, a pesar de los continuos intentos de evitar la resistencia a los medicamentos, ésta sigue siendo una de las principales limitaciones de los programas anticoccidiales. Además, los consumidores están cada vez más preocupados por el uso de fármacos y/o productos químicos como inclusiones estándar en los alimentos para animales destinados a la producción de alimentos. Dado que la investigación ha demostrado repetidamente que tratar a las aves enfermas es mucho menos efectivo que prevenir los brotes de coccidiosis, la vacunación es una solución lógica.

La resistencia es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “la capacidad de una cepa parasitaria de sobrevivir y/o multiplicarse a pesar de la administración y absorción de un fármaco en dosis iguales o superiores a las habitualmente recomendadas, pero dentro de los límites de tolerancia del tema" (OMS, 1965).

Vacunación

Las vacunas de oocistos vivos contra la coccidiosis en aves de corral han sido utilizadas con éxito por la industria desde 1965, principalmente en reproductoras, pero en los últimos años se ha extendido mucho su uso en pollos de engorde y pavos, en particular en USA, Europa y algunos países de Latinoamérica. Estas vacunas inducen una inmunidad protectora contra la infección por protozoos a través de la reinfección controlada durante las primeras cuatro a cinco semanas de vida de un ave. El complejo ciclo de vida estimula una serie de respuestas inmunológicas (innatas, específicas y no específicas) que varían en efecto anticoccidial.

Se han desarrollado vacunas contra la coccidiosis precoces y no precoces:

·      Vacunas de ciclo completo: ciclo de vida completo de los coccidios, período de prepatencia estándar (4-7 días). Se inmuniza contra todas las etapas del ciclo de vida de las coccidias, por lo cual tienen una mayor capacidad inmunogénica y otorgan una protección completa contra un desafío de campo. La tasa de replicación no se ve afectada y produce más ooquistes para la reinfección que establecen la inmunidad más rápido.

·      Vacunas de ciclo incompleto: ciclo de vida más corto, habiéndose perdido una de las etapas asexuales del ciclo de vida de los coccidios; período de prepatencia más corto (3-6 días). El nivel de inmunidad no es completo, incluso con un proceso de reciclaje completo (la inmunidad a los coccidios es específica de la especie y de la etapa), por lo tanto se obtiene menos protección contra un desafío de campo. La tasa de replicación se reduce significativamente debido a un ciclo de vida más corto, lo que resulta en una reinfección y recirculación subóptima. En definitiva, otorgan menor capacidad inmunogénica por ser de ciclo incompleto.

Suministro de la vacuna

El método de suministro y el equipamiento utilizado para la vacunación es un aspecto muy importante para considerar. Se debe garantizar la correcta ingesta de la vacuna para que los ooquistes comiencen a ciclar en el intestino de todas las aves para luego continuar el proceso de generación de inmunidad a partir de las siguientes generaciones de ooquistes en la granja. Los métodos de vacunación más utilizados a nivel de planta de incubación son spray o gotas de gel. La aplicación en gotas de gel demuestra una mejor calidad de ingesta, ya que mantiene a los ooquistes en suspensión evitando la sedimentación de los mismo y de esta manera se garantiza la toma uniforme de la vacuna 

Alimentación y nutrición

Se ha demostrado que diferentes nutrientes tienen distintos efectos sobre la prevalencia de la infección por coccidios en parvadas de aves de corral. A continuación, algunos ejemplos de la literatura científica:

Carbohidratos: en general, si el contenido de sacáridos del alimento excede el 50% de la dieta, la flora intestinal nativa de las aves se verá alterada, lo que resultará en un crecimiento reducido y una mayor excreción de ooquistes. Se sabe que las dietas basadas en trigo son más favorables.

Proteína: experimentalmente, los niveles bajos de proteína (≤13%) reducen la mortalidad relacionada con la coccidiosis, la eliminación de ooquistes y las lesiones por coccidiosis, probablemente debido a una reducción de la actividad de la tripsina, una exquistación limitada y la subsiguiente invasión de parásitos. Aunque los altos niveles de proteína (≤16%) pueden aumentar el desarrollo de lesiones de coccidiosis, ese aumento protege a las aves contra la pérdida de peso severa durante la infección clínica y los aminoácidos son necesarios para desarrollar inmunidad.

Grasa: los ácidos grasos insaturados parecen promover signos clínicos y patológicos de coccidiosis y patología.Los de cadena media parecen ventajosos para reducir el impacto de la coccidiosis, en comparación con los de cadena larga, que se encuentran en las grasas animales.Los suplementos de omega-3 reducen significativamente las lesiones y el retraso del crecimiento en las infecciones por E. tenella.

Macrominerales: las altas concentraciones de calcio en la dieta (≥2%) promueven el establecimiento de poblaciones de coccidios; el calcio activa la tripsina, que es importante en la desenquistación, lo que en última instancia conduce a una infiltración excesiva de esporozoítos en el intestino.

Microminerales: el zinc tiene un efecto positivo sobre la ganancia de peso en pollos infectados con E. acervulina.El cobre reduce la tasa de mortalidad de aves infectadas con E. tenella.El selenio mejora la respuesta inmune de las aves tanto a E. tenella como a E. necatrix.

Vitaminas: la vitamina A juega un papel importante en el mantenimiento de la integridad de la mucosa; las deficiencias promueven la colonización por coccidios.La vitamina E, un antioxidante, estimula la respuesta inmunitaria innata y adquirida, reduciendo los efectos de un desafío coccidial.La vitamina K promueve la coagulación. La mortalidad de la parvada asociada con las infecciones por E. tenella y E. necatrix se redujo con la suplementación con vitamina K.Las vitaminas B son esenciales para el desarrollo de las poblaciones de Eimeria y pueden promover la infección.La vitamina C, también un antioxidante, estabiliza las membranas celulares intestinales y puede ser beneficiosa para proteger contra la coccidiosis.

Diagnóstico de la Coccidiosis

Los síntomas clínicos de la coccidiosis pueden depender de la especie infectante y del número de ooquistes infecciosos ingeridos. En infecciones graves, se pueden observar alteraciones en la absorción de nutrientes, aumento de las tasas de conversión alimenticia, disminución de las tasas de crecimiento, mala pigmentación de la piel, diarrea, postración y muerte.

La identificación de especies de Eimeria infectantes también se puede hacer ya que los coccidios infectan preferentemente áreas específicas del intestino. 

Sitio de infección según la especie de Eimeria

E. acervulina: el sitio típico es el duodeno, se extiende al yeyuno en infecciones graves. Las lesiones no se extienden más allá del divertículo de Meckel.

E. brunetti: Íleon e intestino grueso. Se extiende a lo largo del intestino durante la esquizogonia. En infecciones graves se extiende hasta el ciego.

E. máxima: Yeyuno e íleon. El examen de la lesión se lleva a cabo en el área circundante del divertículo de Meckel.

E. necatrix: Esquizogonía en yeyuno e íleon; gametogonía en los ciegos.

E. tenella: El ciego es claramente el sitio predilecto. Puede desarrollarse de manera diferente en los dos ciegos.

La diferenciación de enfermedades no coccidiales es crucial, y los diagnósticos diferenciales comunes en pollos incluyen: Salmonella (ciego); Enteritis necrótica (Clostridium perfringens) (intestino delgado/íleon); Intoxicacion por sal (intestino delgado); Micotoxicosis (intestino delgado); Canibalismo (sangre en las heces).

Cómo monitorear la Coccidiosis

El control de coccidios en pollos de engorde se realiza mediante la puntuación rutinaria de las lesiones intestinales, que puede realizarse de manera seriada o en momentos claves como lo es a los 28 días de edad.

El sistema de calificación de las lesiones más utilizado es el de Johnson y Reid, con el cual se asignan puntajes de lesión que van de uno a cuatro (cero para una apariencia normal del intestino), para cada una de las cinco especies de coccidios que probablemente induzcan lesiones en los pollos. 

Las lesiones visibles en la mucosa intestinal suelen aparecer en la esquizogonía tardía o durante la gametogonía, y su gravedad permanece constante durante unos días. Las lesiones son causadas por la liberación de los merozoítos y eventualmente los ooquistes no esporulados (un puntaje de lesión de tres no resulta de un puntaje de lesión de dos el día anterior, y no evolucionará a una gravedad diferente al día siguiente en la misma ave). A medida que el epitelio se regenera, las lesiones desaparecen lentamente, lo que dificulta la puntuación precisa.

Las puntuaciones de lesiones son útiles para:

·      Evaluar la gravedad del desarrollo de coccidios

·      Identificar las especies de coccidios involucradas, y

·      Establecer un vínculo entre la manifestación parasitaria observada en la granja y el desempeño productivo

Conclusión

Está bien asumido y comprobado que la coccidiosis es una enfermedad de alta importancia sanitaria y económica para la producción avícola. Adoptar una correcta estrategia de prevención y control es fundamental. Para esto es importante conocer las diferentes alternativas disponibles y además contar con un buen seguimiento de su uso y funcionamiento, desde el momento de la dosificación hasta su comportamiento en el campo.

No todas las pérdidas que ocasiona esta enfermedad son fácilmente identificables. Es por esto que debemos mantenernos atentos, monitorear constantemente la situación de nuestras aves y definir herramientas confiables y seguras para prevenir las enormes pérdidas que esta enfermedad puede provocar si fallamos en su control.