La avicultura ocupa un espacio muy importante en la alimentación humana

Por: Paola Papaleo, Editora General de Contenidos Revista Solo Aves y Porcinos Digital
Fotos: Red Alimentaria

Desde muy pequeño el Dr. Isidro Molfese se vinculó con la avicultura a través del juego. Primero utilizando los nidos de las gallinas como garaje para su autitos improvisado y luego juntando los huevos para aprender los números, ya que como no podía asistir a primer grado inferior a caballo, debió prepararse por su cuenta y así lo hizo. Siendo niño también comenzó a ayudar a su padre a castrar los pollos “porque antes de la genética moderna el trabajo era muy lento, para poder tener un pollo para consumo pasaban 180 días, entonces se hacía gallo y por eso había que castrarlos”, recuerda sobre sus primeros años en Arboledas, el pueblo donde nació que pertenece a la localidad de Daireaux en la provincia de Buenos Aires, que en aquel entonces contaba con 400 habitantes. “Era algo casero. Mi padre en los años 30 compraba pavos que llevaba a un peladero muy rudimentario y luego se transportaban en tren 400 kilómetros hasta Buenos Aires para comercializarlos”, dice. 

Su pasión se fue transformando en su profesión y un estilo de vida marcados por una larga e importante trayectoria: Se recibió de Médico Veterinario, fue docente e investigador, asesor de granjas y empresario; fue director Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA), donde también participó como Delegado Suplente por CAPIA, integró la Mesa Directiva como Secretario, fue Observador por ALA al Codex Alimentarius y fundador del Comité Técnico Científico de la Asociación. Además, es ex Coordinador del CISA (Comité Interamericano de Sanidad Avícola), entre otras responsabilidades. Actualmente es integrante del Salón de la Fama de la Avicultura latinoamericana, titular de los espacios de difusión Las Plumas ala y Co-organizador junto a Devora Dorensztein -Directora de Red Alimentaria- de Jornadas Avícolas, donde además coordina el programa académico. 

Solo Aves y Porcinos (SAP): ¿Cómo continuó tu camino en la avicultura?

Dr. Isidro Molfese (IM): Cuando llegué a Buenos Aires para estudiar en la Escuela de Veterinaria, tuve que decidir qué iba a hacer y le pedí al profesor de Fisiología Animal que me vinculara a una explotación intensiva, porque lo extensivo ya lo conocía del campo.

Estando en la facultad, a mediados de la década del ‘60, empecé a trabajar en investigación. Puse a funcionar el único equipo que había en Argentina de telemetría en Fisiología Animal y hacía registros de motricidad intestinal, de secreción biliar.

En los ‘70 me tocó organizar la primera cátedra de Producción Avícola en la facultad de Ciencias Veterinarias cuando se separó de la facultad de Agronomía. Todo eso es historia que mucha gente ya no la recuerda; incluso puedo contar cómo nació la Licenciatura en Zootecnia.

Profesionalmente empecé en la avicultura asesorando granjas, después a empresas hasta que tuve la mía con la que me vinculé con los productores de Argentina. En la década del ‘70 estaba en la Asociación de Productores de Huevos y a partir de los ‘80 estuve unos 20 años en CAPIA. Desde ahí pude llegar a la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA), como Delegado Suplente, y en 1999 me eligieron Secretario de la Mesa Directiva. En 2001 propuse la creación del Comité Técnico Científico y durante más de 16 años fui el Director Ejecutivo de ALA desde donde participé como Observador al Codex Alimentario, y desde 2004 fui coordinador del CISA (Comité Internacional de Sanidad Avícola) que funcionaba en el ámbito de la OIE. 

En el año ‘90, en CAPIA comenzamos a organizar el Primer Seminario de Ciencias Avícolas donde el Dr. Colusi era el presidente. Yo era el nexo, como profesional y como empresario, entre la parte política y la parte técnica. Después de dos ediciones las empresas pidieron tener su espacio y así nació Avícola en conjunto con Porcinos. 

SAP: ¿Qué recuerdos tenés de tu etapa de consultor?

IM:Hacía sanidad y producción desde un punto de vista clínico. Llevaba a los animales a los laboratorios o tomaba muestras mientras viajaba por el país visitando los establecimientos. Mis primeros clientes en el año 1968 estaban en Carmen de Areco (provincia de Buenos Aires). Empecé atendiendo avicultura en general (plantas de incubación, reproductores pesados, reproductoras livianas, producción de huevos). Trabajé para los representantes de genética desde Israel y Holanda, también trabajé con el representante en Argentina del grupo Hendrix y fui el primero en recomendar Lohmann en toda América.Por suerte ahora se está incorporando, en el servicio que se da a los avicultores, la parte de gen?ética. 

SAP:¿Cómo nacieron las Jornadas Avícolas junto a Red Alimentaria?

IM:En el año 2018 caminando por una feria en el exterior encuentro un stand que en ese momento estaba vacío y me siento a descansar. Era el stand de Red Alimentaria. Al rato llega Devora Dorensztein, que había salido a visitar a algún cliente, y me preguntó qué estaba haciendo. Yo  le dije: “Nada, hace 14 meses que hago nada”. Entonces me dice “no puede ser que no hagas nada, con tu experiencia y la estructura que tengo yo podemos hacer algo”. Cuando volvimos a la Argentina, tuve que ir desde Mar del Plata, donde vivo actualmente, a Buenos Aires y aprovechamos a reunimos para ver qué podíamos hacer. No había trabas, a todo lo que yo le decía me respondía que ya tenía la respuesta o la solución. Le planteé hacer Jornadas que sean internacionales para aprovechar los vínculos que tenía en tantos países. Así organizamos la Primera Jornada en la Universidad de Concepción del Uruguay, con un tema que sabíamos que no le íbamos a errar nunca: Salmonella. La segunda se hizo en la facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de La Plata y cuando íbamos a realiza la tercera en abril de 2020, en el mes de marzo cerraron todo por la pandemia de Covid-19. Pero ante eso también Devora tuvo la solución y debemos haber sido de los primeros en hacer una jornada virtual. Se inscribieron más de 5 mil participantes y muchos más la vieron después por el canal de YouTube de Red Alimentaria.

SAP: Están preparando la edición de marzo, que será la Décimoquinta Jornada Avícola ¿qué nos podés contar?

IM: Será el 22 de marzo en modalidad virtual. Tenemos la agenda prácticamente cubierta con los patrocinadores que apoyan la Jornada. Las Jornadas Avícolas se van instalando en el calendario de eventos que se hacen para la avicultura, no solo en Argentina sino en el calendario internacional. Hay muchos países que, como Ecuador, Perú, Colombia, México, Paraguay, Bolivia, Brasil o Chile, se interesan por nuestras capacitaciones.

Para el resto del año tendremos una jornada virtual el 26 de julio y otra presencial que será en los primeros días de diciembre. 

SAP: ¿Cuál será el tema central de esta edición? 

IM: Tenemos un lema que es Por y Para la Avicultura. La temática de esta jornada es Alimentando al mundo. Creemos que la avicultura ocupa un espacio muy importante en la alimentación humana.  

El programa de disertaciones aún lo estamos cerrando. Se irá definiendo al regreso de la IPPE donde se reúnen los profesionales del sector y se presentan los temas más importantes para la industria. Como coordinador académico de las jornadas, una vez que las empresas pautan con los profesionales que disertarán, acordamos los temas que van a tratar para que sean de interés para quienes asisten.  

Siempre la evaluación que hacemos ha sido muy favorable sobre las temáticas de las jornadas. Cuando yo empecé en la actividad, no teníamos la suerte que tenemos ahora de que existan tantos técnicos tan bien preparados en nuestra región. Hay muchos jóvenes de muy buen nivel. En la última jornada tuvimos muchos alumnos, en las dos anteriores hubo muchos docentes. 

SAP: ¿Como ves al sector avícola?

IM: La suba de los costos hace que los productos se hayan encarecido un poco pero la ubicación desde un punto de vista competitivo siempre pone a la avicultura entre los primeros lugares por su aporte de proteína de origen animal de gran calidad, sumando pollo y huevo. Las perspectivas son realmente buenas, sobre todo en los países que van teniendo más posibilidades de consumir. El espacio que va ocupando la avicultura es muy importante y es por eso que sigue creciendo, incluso a niveles mayores que la tasa de crecimiento poblacional.

SAP: En cuanto a genética, sanidad, infraestructura ¿cómo se encuentra posicionado?

IM: Yo digo que la avicultura tiene un gran responsable del avance que es el mejoramiento genético. La genética obliga y exige que se brinden las condiciones para los animales que se producen. La nutrición se tiene que adecuar porque los animales tienen requerimientos específicos, el crecimiento es cada vez en menos tiempo y la producción de huevos es mayor con animales más eficientes. 

Los animales están en determinados momentos sometidos a estrés por las altas o bajas temperaturas, lo que presiona al manejo del ambiente porque necesitan tener las condiciones ambientales adecuadas. A esto se suman las exigencias del mercado para algún porcentaje de la producción que requiere condiciones especiales en el manejo de los animales.

Hay huevos que son un poco más caros y otros que son sensiblemente más caros por las condiciones de comodidad que se les brinda a las aves comparadas con las jaulas que son el ambiente habitual en las ponedoras o el espacio que se les da en metros cuadrados para los pollos. 

SAP: Se puede hablar de una avicultura latinoamericana

IM: Latinoamérica tiene sus particularidades en la producción y tiene un futuro muy importante porque hay países como Brasil y Argentina que tienen muchas ventajas. Colombia está tratando de avanzar buscando nuevos mercados de exportación. El resto de los países, como Chile, también crecieron hacia afuera.

SAP: ¿Qué significa para vos la avicultura?

IM: La avicultura ha sido el 50% de mi vida, después todo lo demás. Primero lo familiar y después la avicultura. Es una pregunta que nunca me habían hecho, me tomó por sorpresa, pero realmente ocupa un lugar muy importante. A veces me decían que no me tomaba vacaciones pero yo respondía: “Vivo de vacaciones, porque hago lo que me gusta”. Es un placer trabajar en esta actividad tan dinámica que a uno lo mantiene siempre activo, atento, despierto. El metabolismo de las aves  funciona a otro ritmo que a uno lo obliga a andar un poco más rápido, así que la avicultura es una especie de motor. 

Poner un recuadro al final

Los invitamos a inscribirse para participar sin costo en la Decimoquinta edición de las Jornadas Avícolas, que se realizará el 22 de marzo en modalidad virtual: https://forms.gle/qNdeDSoRuD3Fg6qr6