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Se realizó taller sobre el cambio del código de barras al QR, un puente hacia el futuro de la industria avícola

Red Alimentaria, GS1 Argentina, la Universidad de Concepción del Uruguay, Jornadas Avícolas y CEPA realizaron la segunda edición de este encuentro en el que se detallaron los beneficios de la nueva tecnología de estandarización global tanto para el sector productivo como para el consumidor.

  • 03/10/2025 • 00:00

El 25 de septiembre, la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), sede central de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, fue escenario de la segunda edición del taller “Actualización en etiquetado: del Código de Barras al Código QR”, un encuentro que convocó a referentes del sector avícola para analizar los desafíos y oportunidades que plantea esta transformación digital.

Organizado por Red Alimentaria, GS1 Argentina, la Universidad de Concepción del Uruguay, Jornadas Avícolas y CEPA (Centro de Empresas Procesadoras Avícolas), el evento estuvo especialmente orientado a empresas y profesionales del sector avícola, en un contexto de creciente demanda global de información, trazabilidad y sostenibilidad.

Durante la apertura, Devora Dorensztein, directora de Red Alimentaria, destacó el espíritu colaborativo de la iniciativa: “Desde nuestros inicios no hemos realizado nada en forma individual, siempre incluimos a las instituciones, las empresas y al mundo académico. Por eso estamos aquí reunidos para hablar de la migración desde los códigos de barra hacia el código QR”.

En la misma línea, Carlos Sinesi, presidente de CEPA, subrayó la importancia de avanzar en innovación y calidad: “El mundo no espera y los que producimos, en este caso pollos, lo tenemos que hacer cada vez mejor. Este producto tan noble que es la carne aviar llega a más de 65 destinos en todo el mundo, es importante seguir capacitándonos y transformándonos en mejores productores”.

Desde la UCU, la decana de la Facultad de Ciencias Agrarias, Alejandra Altamirano remarcó la necesidad de adaptación permanente expresando que “lo único constante que tenemos hoy es el cambio. Nos pone muy contentos poder estar presentes no solo desde lo acadé- mico sino también desde la capacitación, la búsqueda de nuevos conocimientos que nos alienta a seguir generan- do profesionales con gran valor”. 

De los códigos de barras a los QR

Uno de los momentos centrales del taller fue la presentación de Roxana Saravia, Gerente de Innovación y Desarrollo de GS1 Argentina, quien explicó la evolución del etiquetado y el salto que implica la migración al código QR.

Saravia recordó que el código de barras nació hace 50 años como una solución para los supermercados y se convirtió en un estándar global. Hoy, frente a un consumidor más informado y exigente, el paso al QR aparece como una necesidad: “Debemos unir en una misma simbología el Código de Barras y el Código QR. Ahora tenemos la tecnología que lo hace posible y es el momento perfecto para dar el salto. El cambio le dará mucho más valor a los productos”.

El código de barras actual tiene 13 dígitos que se repiten en todos los envases de un mismo producto sin importar en qué momento se fabricaron. “Como necesitamos digitalizar y mejorar los procesos a nivel mundial, GS1 hoy propone migrar al 2D. Es importante identificar de forma estándar toda la información para que un lector la pueda leer y que un sistema la pueda procesar y compartir esos datos a lo largo de todos los procesos”, explicó. 

Entre las ventajas del QR se destacaron la posibilidad de incluir información nutricional, de alérgenos, trazabilidad, sostenibilidad, recalls, inventarios dinámicos y ofertas personalizadas. “La propuesta es que haya una transición, que permita adaptar los lectores, para que en el futuro solo queden los Códigos QR”, aclaró.

El consumidor como protagonista

La segunda exposición estuvo a cargo de Natalia Basso, Asesora en Sostenibilidad para Sistemas Agroalimentarios, quien presentó un panorama sobre las tendencias de consumo a nivel mundial.

Basso explicó que los consumidores buscan cada vez más salud y bienestar a través de los alimentos, priorizando productos naturales, con menos aditivos y adaptados a dietas específicas (sin gluten, plant based, ricas en proteínas). También valoran la prevención de enfermedades, la seguridad alimentaria y la experiencia de sabor.

La sostenibilidad se ha vuelto otro factor clave que será cada vez más valorado por los consumidores, priorizando una menor huella de carbono, certificaciones ambientales, envases reciclables y prevención del desperdicio de alimentos. En este marco, la trazabilidad y la transparencia se consolidan como exigencias ineludibles.

Además, la disertante se refirió al EUDR, la normativa europea que exigiría el ingreso de productos a la UE con la demostración de que han sido producidos en tierras libres de deforestación y bajo criterios de legalidad, inicialmente para siete sectores -carne vacuna incluída-, pero con posibilidades de extenderse a otros sectores como el avícola. “Si bien esta normativa aún no ha entrado en vigencia y ha sido muy cuestionada, es un ejemplo claro de requisitos donde es necesario generar certificados digitales auditables y los códigos QR podrían jugar un rol esencial ya que dependiendo en qué instancia de la exportación se encuentre, pueden mostrar diferente información tanto para la autoridad sanitaria como para el consumidor”, detalló.

Basso compartió que “los consumidores se están adecuando a utilizar códigos QR cuando hacen las compras, utilizan apps para conseguir ofertas y plataformas online para verificar la calidad y el origen, para reducir el desperdicio de alimentos y también usan de Smartphone para el pago o realizar la lista de compras”. Y resaltó que el “estándar QR es una oportunidad para brindar información variada para diferentes consumidores según su preocupación. Por ejemplo para ampliar la información de productos con packaging muy pequeños o para colocar la fecha de vencimiento en formato digital y así facilitar la gestión en góndolas, ofertas y consumo próximo”.

El taller dejó en claro que la transición hacia nuevas formas de etiquetado no es solo una cuestión tecnológica, sino un cambio cultural que involucra a toda la cadena productiva. La incorporación del código QR como herramienta de información y transparencia se perfila como un paso decisivo para fortalecer la competitividad de la industria avícola argentina en los mercados internacionales.