Producción • Salud Animal

Coccidiosis y anticoccidiales: un viejo desafío para la producción de pollos de engorde actual

Esta enfermedad infecciosa afecta el ciclo de vida, provocando importantes impactos en la producción. 

  • 11/12/2025 • 11:36
Fotos: Banco de imágenes

Por: M.V. Matías Fontana, representante técnico comercial en aves en PHIBRO

 

El consumo de carne de pollo, en los últimos años, ha crecido considerablemente. En Argentina se calcula un consumo per cápita anual de 49 kilos, lo que posiciona al pollo como una de las fuentes de proteína animal más importante en la dieta de los argentinos. 

A su vez, en las últimas décadas la avicultura experimentó una transformación profunda, pasando de galpones tradicionales o medianamente tecnificados a galpones de alta tecnología que optimizan la conversión alimenticia, densidad y tiempos de crianza. Asimismo, a pesar de estos avances, se continúa lidiando con desafíos clásicos que afectan la rentabilidad. Uno de ellos es la coccidiosis.

Se calcula que se invierten más de 14.5 millones de dólares a nivel mundial en tratamientos, prevención y control de esta patología. Se trata de una enfermedad parasitaria de distribución global, que se transmite cuando los animales consumen alimentos, agua o camas contaminadas por coccidios que fueron eliminados por las heces. Para sobrevivir y reproducirse, estos parásitos necesitan ingresar a las células intestinales, las destruyen y así ponen en jaque la integridad intestinal limitando la absorción de nutrientes, afectando la conversión alimenticia y favoreciendo el desarrollo de otras patologías. Y en muchos casos, además, aumenta la mortandad. En los animales inmunosuprimidos aumenta la patogenisidad.

Las Eimerias producen Ooquites que son liberados al ambiente por medio de la materia fecal. Si bien no son infectivos, al estar expuestos a temperatura, humedad y oxígeno, en 24 a 72 horas esporulan volviéndose infectivos. Estos Ooquites tienen una doble pared formada por lípidos y proteínas, que los hacen muy resistentes al medio y a desinfectantes comunes, pudiendo sobrevivir semanas o meses en condiciones de humedad. 

Existen 7 especies de Eimerias que afectan el tracto intestinal de los pollos, cada una con una afinidad por una región específica del intestino. De acuerdo a su patogenicidad, se clasifican de la siguiente manera:

  • Alta patogenicidad (más agresivas): E. tenella, E. brunetti  E. necatrix.

  • Media patogenicidad: E. acervulina, E. máxima  E. mivati.

  • Baja patogenicidad: E. mitis, E. praecox  E. hagani.

La transmisión de las Eimerias es fecal / oral. Los Ooquites esporulados que se encuentran en la cama y en el ambiente, son consumidos por los pollos junto con el alimento o el agua. 

Factores predisponentes para la Coccidiosis

La Coccidiosis es una enfermedad parasitaria que depende de múltiples factores que pueden ser del agente, del huésped o del ambiente.

  • Factores del agente: carga infectiva en el galpón, patogenicidad.

  • Factores de huésped: edad, estado inmunológico, nutrición.

  • Factores de ambiente: humedad, temperatura (20 a 32?C), sistemas intensivos.

El ciclo de vida de la Coccidiosis es de 4 a 7 días, según la especie, con un período crítico entre los 21 a 35 días de edad de los pollos. Si no se toman las medidas necesarias, en solo 4 o 5 días más del 80% de los pollos pueden estar afectados. Se puede producir una Coccidiosis clínica (lesiones intestinales grado 3 a 4) o subclínica (lesiones intestinales grado 1 a 2 con pérdidas económicas y conversión alimenticia).

Entre las Eimerias más prevalentes en pollos de engorde se encuentran: E. acervulina, E. máxima  E. tenella: 

E. acervulina: se localiza en el duodeno y parte del yeyuno, provoca diarrea blanca o acuosa, generando mala absorción con un impacto directo sobre la conversión alimenticia, deshidratación y marcado retraso del crecimiento, falta de pigmentación y lote desparejo.

E. máxima: provoca lesiones en yeyuno e ileon, con engrosamiento intestinal, moco amarillo anaranjado, hemorragias difusas, intestino globoso, caída de consumo y de la ganancia de peso, mala CA. Puede estar asociada a infecciones bacterianas. Es la más inmunogénica de las tres especies. 

E. tenella: es considerda una de las especies más patógenas. Afecta los ciegos, provocando diarreas hemorrágicas. Deshidrata a las aves, afecta el rendimiento productivo, pérdida de peso y alta mortandad en brotes agudos.

La Coccidiosis no es solo un problema de diarreas o lesiones intestinales, sino que afecta el peso, la conversión alimenticia, la uniformidad y puede abrir puertas a otras enfermedades. Las herramientas para prevenirla son:

  • Programa de Bioseguridad

  • Limpieza y desinfección entre lotes

  • Anticoccidiales

  • Vacunas

  • Productos naturales como Probióticos y Fitobióticos

  • Manejo (camas secas, ventilación adecuada, densidades coherentes, control sobre la temperatura ambiente, descanso a las granjas entre crianzas)

Los anticoccidiales son medicamentos veterinarios que se utilizan para prevenir y tratar la coccidiosis. Inhiben o matan a las coccidias durante el ciclo de vida, evitando que causen daño a los animales. Existen dos variedades: los químicos que actúan matando a los coccidios, generando resistencia en los parásitos por lo que se los utiliza por periodos cortos; y los ionóforos que se obtienen de la fermentación de bacterias, no bloquean completamente el desarrollo del parásito por lo cual el proceso de resistencia es más lento, permitiendo que se genere inmunidad.   

Rotación anticoccidial

Según la definición de Chapman, la rotación es una estrategia de control utilizada en avicultura, que consiste en alternar el uso de fármacos con distintos mecanismos de acción en lotes sucesivos o en diferentes fases del año. El objetivo es reducir la presión de selección, restaurar la sensibilidad de principios activos y preservar la eficacia de los anticoccidiales disponibles.

Los programas anticoccidiales que se utilizan en Argentina son:

  • Programas completos: se utiliza el mismo anticoccidial en el preiniciador, iniciador y terminador.

  • Programas duales: se utiliza un anticoccidial en el preiniciador e iniciador,  otro en el terminador.

  • Programas con fitogénicos: se agrega un producto con fitogénico junto al anticoccidial o en el retiro.

Se suelen hacer rotaciones entre 3 y 4 meses, siempre dentro de las mismas familias (monovalentes), lo cual termina generando resistencia. Es por ello que se sugiere realizar una rotación de impacto, es decir planear la rotación con diferentes clases de ionóforos tanto en asociación con Nicarbazina como cuando se los utiliza solos, y siempre observando el perfil de eficacia para las especies de Eimerias que más impactan en el rendimiento (E. máxima, E. acervulina), permitiendo el descanso entre clases. 

Controlar la Coccidiosis es una estrategia. Sabemos que las Eimerias evolucionan, se adaptan y resisten, pero también sabemos cómo vencerlas. La clave está en utilizar las herramientas correctas, en el momento adecuado, rotarlas con inteligencia y acompañarlas con manejo y bioseguridad. 

* Este artículo se realizó con información de la presentación realizada por Matías Fontana, en la 19va. Jornada Avícola, organizada por Red Alimentaria y el Dr. Isidro Molfese: https://www.youtube.com/watch?v=d5m0TcoMk98